miércoles, 16 de junio de 2010

nuestra vida en 2030

  • No existirán los blogs, o al menos no existirá Voces de Marketing, así que no se podrá contrastar en este post si se van cumpliendo las cosas que vaticino. Al menos es eso estoy a salvo.
  • Internet no será algo, simplemente estará. Todo estará conectado y localizable, las comunicaciones en movilidad estarán ampliamente superadas por el concepto de la comunicación y disponibilidad permanentes.
  • Estar desconectado será prácticamente un lujo, porque no será fácil encontrar un lugar donde Internet no sea una parte esencial de los productos o servicios que estemos disfrutando en cada momento.
  • Hará ya años que habremos olvidado los cables. Todo se alimentará eléctricamente de manera inalámbrica, de modo que un concepto como “carga de batería” será inexistente porque no existirán las baterías o si existen serán inagotables.
  • Cada persona tendrá un dispositivo (no será un ordenador sino algo distinto) electrónico con el que interactuar con los demás. Los niños por supuesto, y los lápices de colores serán un recuerdo de los abuelos, algo completamente inusual.
  • No habrá ordenadores tal y como los entendemos ahora, sino que cada electrodoméstico será en sí mismo un ordenador, enfocado a distintas funciones.
  • No existirán los distribuidores pues dejarán de tener sentido cuando el marketing se personalice hasta el punto de poder establecer un contacto directo con las marcas, con productos 100% afines a mis necesidades y mis gustos.
  • Las grandes superficies habrán desaparecido, y lo realmente sorprendente será que alguien pueda aconsejarnos en nuestras compras de manera no-intuitiva, no-predecibe y no-deducible en base a nuestro histórico o patrones de compra más o menos sofisticados.
  • El dinero será una simple entidad contable, no habrá billetes ni tarjetas de crédito, todo será 100% seguro pero 100% virtual.

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